El arte ha sido una de las principales formas de expresarse que el ser humano ha sabido encontrar. Incluso antes de que el lenguaje fuera inventado, hombres y mujeres dejaron su legado en el mundo a través de pinturas y esculturas. Por supuesto que la invención del lenguaje llevó al arte a dimensiones más profundas aún, como lo son el teatro y la música cantada.
Sin embargo, no fue hasta que el psiquiatra austríaco Hans Prinzhorn se interesara por la motivación creativa como una motivación intrínseca y básica en el ser humano, que el arte comenzó a ser visto como una posible alternativa a las terapias psicológicas o, en su defecto, como un complemento a las mismas.
En la actualidad, cada vez son más los especialistas de todas las ramas los que la recomiendan como un camino de sanación de determinados problemas y traumas psicológico. ¿Quieres descubrir sus beneficios?
Fobias, patologías y trastornos psicológicos pueden encontrar su fin, o por lo menos pueden verse aliviados gracias a las técnicas en arteterapia. Una ventaja a tener muy en cuenta es que el paciente participa activamente en su curación. Cada persona sabe que está allí para aliviar ciertos aspectos negativos en su psicología y debe comprometerse con su tratamiento.
Las secuelas de un duelo mal resuelto, del maltrato cuando éramos niños y cualquier otro evento que nos haya marcado, puede ahora ser superado a través de esta disciplina enfocada a incrementar la calidad de vida de las personas y a hacer que aquellas ligaduras que nos están atando, por fin nos dejen libres. El arte es sumamente liberador, por eso es que lo que nos restringe, se irá eliminando paulatinamente de nuestra psiquis.
Los más pequeños son de los más beneficiados con esta terapia, puesto que son los que más padecen de déficit atencional y de otros desórdenes en su nivel de atención. Además, cuánto antes se trate un problema psicológico, antes se verán los resultados positivos acerca del mismo. La concentración que se necesita para llevar a cabo una producción artística es tal, que el niño o la niña aprenderá e irá incorporando los principios para mantenerse prestando atención a una sola actividad.
Cuando creamos, estamos plasmando nuestro interior en una imagen, en un cuento o en una forma. Por eso es que cualquier forma de arte implica saber más de nosotros mismos. El terapeuta se encargará de indicarnos si lo que hemos creado denota agresividad, timidez, temor o cualquier otro sentimiento. Muchas veces nos consideramos tímidos, pero lo que en verdad nos ocurre es que estamos albergando un resentimiento oculto incluso para nosotros mismos.
De acuerdo a la filosofía de Gestalt, solamente el autor es capaz de interpretar una obra. Por lo tanto, implica mucho trabajo de pensamiento y elaboración personal. Cada vez que nos enfrentamos a un material y la consigna es crear, sólo podemos hacerlo en pleno silencio y utilizando toda nuestra concentración. El resultado indirecto de este proceso es el desarrollo e incremento de la creatividad y la percepción.
"Lo importante debe ser expuesto al público en general con cada detalle" Bulovo